Que es Navidad
Es festividad religiosa que se celebra el 25 de Diciembre en que los cristianos de todo el mundo conmemoran el nacimiento de Jesús.
Día en que se celebra con la misa del gallo
El nacimiento de un hijo es uno de los acontecimientos más impactantes e importantes que podamos experimentar.Es sobrecogedor pensar en el nacimiento de nuestro Señor. María, la madre de Jesús era una adolescente que había quedado embarazada sin estar casada, por el poder del Espíritu Santo. El fruto de su vientre era una promesa milenaria. Aquel bebé sería llamado Jesús, porque él nos salvaría de nuestros pecados. El hijo de María era Dios Hijo encarnado. (Mt.1:20-23)No era cualquier niño, era el Rey de reyes. Sin embargo cuando llegó el tiempo del alumbramiento, lejos de nacer en una cómoda y moderna clínica, en una cama limpia con sábanas blancas, ellos terminaron en un establo. “Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada”. Lc.2:7¡Es una locura! NO HUBO LUGAR para Jesús, el único Hijo de Dios, el Príncipe del universo.Esta cruda realidad no ha variado en la actualidad. Si echamos un vistazo en las esferas donde se discute sobre la paz mundial, no hay lugar para el Príncipe de paz. En medio de los reinados y gobernantes de la tierra, no hay lugar para el Rey de reyes, ni para quien gobierna todo el universo. Donde se hace justicia no hay lugar para el Juez Justo. En los establecimientos educacionales han echado fuera al Maestro de maestros. En la familia ya no hay más lugar para el Creador de la familia, etc. etc.Pero no culpemos sólo a los demás y asumamos nuestra responsabilidad. Seamos honestos al responder: ¿Hay lugar para Jesús en nuestra vida, o nuestro gran yo es tan grande que lo deja fuera?El día de hoy Jesús “está llamando a nuestra puerta. Si escuchamos su voz y abrimos la puerta, Él entrará y cenará con nosotros”. Ap.3:20No es una imposición sino un ofrecimiento. Tal vez lo hicimos en el pasado, pero con el transcurso del tiempo lo hemos desplazado y olvidado. La cerradura está de nuestro lado, depende de nosotros, abrir la puerta, darle la pasada e invitarlo a hacer su habitación en nuestro corazón. Entregarle el control de nuestra vida voluntariamente, escuchar su voz y obedecer, permitiendo que haga los cambios necesarios, para que él crezca y sea evidente su presencia en nuestra forma de vivir y actuar.No podemos decir que somos hijos de Dios, si no hay lugar para Jesús, si él no ocupa el principal lugar en nuestra vida.No se trata de dejar todo botado, sino que en humildad, lejos de la soberbia y autosuficiencia, le demos el lugar que sólo él puede ocupar, permitiendo que guíe nuestra vida y dándole toda la gloria y honra que merece.
GRACIAS JESÚS POR NACER EN NUESTRAS VIDAS.
2 comentarios:
Que lindo su blogs me encanto para usted felicidades en estas fechas
Carla Candia Santibañez
Puerto Montt.
Muy lindo
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