El pasado 28 de Octubre en Talcahuano se llevo a cabo el desfile de alumnos carabineros, marinos y bomberos .
A las once de la mañana del 28 de octubre, dos grandes buques desconocidos pasaron frente a la boca chica que separa a la isla de la Quiriquina del continente. La "María Isabel" izó bandera roja y disparó un cañonazo sin bala. Los navíos contestaron afirmando al tope la bandera inglesa. Una hora más tarde, penetraron resueltamente en la bahía.
El comandante Capaz disparó cuatro cañonazos. Los buques desconocidos, por toda respuesta, izaron la bandera chilena en vez de la inglesa, y se dirigieron a todo trapo hacia la fragata, sin hacer fuego-. La "María Isabel" disparó una andanada con todos sus cañones de babor. "Picó los cables, dio el foque, cargó la sobremesana y llevada por el viento
noreste, se fue a varar" en los bajos de la isla de Rocuant, sin intentar siquiera una defensa que la posición y la desigualdad de las fuerzas hacían inútil. El "San Martín" y la "Lautaro" rompieron un fuego vivísimo de fusilería con el ánimo de ren¬dir a la nave enemiga, sin estropeada. La marinería se arrojó al agua, dejando a la fragata defendida por 60 fusileros. Blanco destacó una columna de 50 marineros al mando de los tenientes Bell y Crompton, que se apoderó del buque. A fin de defenderlo de las tropas de tierra, mientras podían zafado del fango con la ayuda de la alta marea, desembarcó unos 150 fusileros, pero arrollados por fuerzas muy superiores que vinieron de Concepción
se reembarcaron con algunas pérdidas, Utilizando, entonces, los cañones de la misma "María Isabel", cargados con metralla, los vencedores impidieron a las numerosas fuerzas realistas recuperar el buque durante el día y rechazaron un asalto nocturno. El combate se renovó al día siguiente 29. El "San Martín" recibió en su casco trece balazos de los cañones que Sánchez había traído de Concepción y que emplazó en el castillo de San Agustín y en la playa, sin perjuicios serios. A las once de la mañana, el viento cambió en sur, al mismo tiempo que la marea subía. Los defensores de la "María Isabel", soltando las armas, acudieron a las maniobras. En medio de la estupefacción general, la fragata,
zafándose del cieno que la aprisionaba empezó a alejarse de la costa, saludada por los vivas y los hurras atronadores de chilenos y de ingleses. "No puede usted imaginar -- decía Blanco Encalada a O'Higgins - la sorpresa que causó a los enemigos el ver flotar la nave capturada:. El fuego cesó de repente, y unos y otros no hacíamos más que mirar la fragata hasta que el grito de ¡Viva la patria! resonó en todas las embarcaciones: al mismo tiempo." Blanco tuvo 27 muertos y 22 heridos.
A las tres de la tarde, los tres buques, ostentando la bandera chilena en los mástiles, hicieron a la plaza una salva de despedida de 21 cañonazos, y tomaron rumbo a la isla de Santa María.
miércoles, 29 de octubre de 2014
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