domingo, 19 de julio de 2009

Rosalina



Amiguitos hoy día les dejo otro cuento lindo




Había una vez un bosque, que se llamaba BOSQUE DE LA LUZ, en él vivían duendecillos que habían nacido de las flores, sus alas tenían el mismo color que la flor de la que habían nacido.
Una rosa blanca estaba a punto de abrirse, todos la miraban y curiosos se preguntaban
¿Qué será lo que nacerá?
¿Será un duendecillo?
¿Será una duendecilla?
Estaban tan distraídos mirando la rosa que no se dieron cuenta de que el cielo se había cubierto de nubes muy negras y empezó a llover, tan fuerte llovía, que la lluvia arrancó la flor y la arrastró hacia el río.
¡Tenemos que cogerla!
La rosa iba muy deprisa por las aguas del río, y no pudieron alcanzarla por más que lo intentaron.
Todos se quedaron muy tristes, y decían:
Esperamos que algún día, el duendecillo o duendecilla que esté dentro de la rosa, pueda encontrar el bosque de la luz.
La rosa blanca estuvo mucho tiempo en las aguas del río, hasta que un día quedó enganchada en unos juncos.

El hada de las flores, estaba en la orilla peinando sus cabellos, y vio la rosa.
¡Que rosa más bonita!, la cogeré y en mi pelo la pondré.
Cuando fue a cogerla la rosa se abrió y de ella nació una duendecilla muy hermosa, sus alas eran blancas y luminosas, como la rosa.
El hada de las flores sonriendo le dijo:
Ya has nacido y Rosalina te llamarás, el bosque de la Luz tendrás que encontrar, pues allí está tu felicidad.
Y ¿cómo lo encontraré?
Ayudando a los demás el camino encontrarás
Y ¿cómo sabré que lo he encontrado?
Cuando tus alas cambien de color al bosque de la Luz habrás llegado
¡Te deseo mucha suerte duendecilla!
Rosalina se despidió del hada de las flores, y empezó a caminar porque el bosque de la Luz tenía que encontrar.

0 comentarios: