Agustín Arturo Prat Chacón, nace el 2 de marzo de 1849 en Ninhue en el sur
de Chile. Su vida como la de todo hombre marcado por la historia, se
construye sobre la base del tesón y el sacrificio. Hombre de mar y
abogado, Prat sintetiza mejor que nadie el ideal del héroe que toda nación
desea.
Hay personajes que actúan fuertemente sobre nuestra identidad cultural. No
sólo son los movimientos sociales como la cultura pampina, la andina o la
mestiza de hoy, sino que también personajes históricos transformados en
mitológicos, por obra y gracia de la historia.
Arturo Prat nos hizo chilenos. Su heroica acción que le costó la muerte, nos
señaló el inicio de la soberanía nacional sobre Iquique. Lo de Prat fue el
hito heroico - pagado por la muerte - que inmortalizó a Iquique como Puerto
Mayor de la gloria. Arturo Prat nos pertenece más a los iquiqueños que al
resto de los chilenos. En ninguna ciudad de Chile se celebra de mejor modo
que el 21 de mayo en Iquique. En ninguna otra ciudad pesa tanto el ejemplo
de este marino.
A pesar de la derrota de esa batalla, ésta tiene el valor paradigmático de
señalar el acto heroico como el modelo a imitar tanto en la guerra como en
la paz. No importa el resultado de la batalla, lo que importa es el acto.
Se podría suponer que el resultado de tan desigual combate era el que se
preveía. Lo que no se preveía era el comportamiento heroico, nacido de
ofrendar la vida por la defensa de algo que se cree sagrado. La rendición es
un valor no aceptado, no tolerado. La arenga de Prat es decidora:
El combate es desigual. Nunca se ha arriado la bandera frente al enemigo.
Espero esta no sea la ocasión de hacerla. Si yo muero mis oficiales sabrán
cumplir con su deber. ¡Viva Chile!
Y se lanza Arturo Prat a la inmortalidad, y con ello nos arrastra con su
ejemplo. Más allá, en la muerte, el Prat ofrendado, el Prat sacrificado
nos sigue penando - en el buen sentido de la palabra - con su ejemplo.
La gesta heroica del Capitán Arturo Prat, marca sin duda alguna, un hito de
trascendencia en la historia no sólo local, sino que también nacional e
internacional. De hecho, en cualquier libro de historia universal, se
consigna este singular y desigual combate, como asimismo también su trágico
y heroico desenlace.
Pocos son los actos, en los que el arrojo y el heroísmo se conjugan de tal
manera, que ante el imperativo del honor a la Patria, no trepida en ofrendar
su vida. Prat, personifica al héroe y al hombre que puesto en semejante
encrucijada, no duda en abrir su corazón para entregárselo a la patria.
El ejemplo de Prat y los suyos, constituye un precioso legado que nuestras
jóvenes generaciones debieran asumir con plenitud e hidalguía.
La vida de Prat, fue una vida consagrada a la realización de ideales, que
paradojalmente tuvo que pagar con su vida. Y es que la consecución de
ideales y valores, el sacrificio, aún cuando signifique la pérdida de la
vida, es un costo que sólo hombres, con la estatura moral de Prat, pueden
pagar puntualmente.
Fue tanto el impacto de la acción de Prat que poetas, de la talla de Rubén
Darío, el gran vate nicaragüense, escribió emotivos y sentidos versos al
capitán Prat. Su poema acerca de la epopeya de Iquique, universaliza a esta
tierra y a este hombre; y lo ubica entre los grandes héroes de siempre.
La ética del sacrificio tan arraigada en Prat, es la que debe alumbrar el
camino hacia el futuro. Prat, no sólo fue un marino, fue también un
intelectual, un hombre de derecho, que supo combinar sus dos vocaciones de
un modo ejemplar.
El Prat, marino que se lanza a la inmortalidad, en defensa de la Patria. El
Prat abogado que el 26 de julio de 1876 defiende su tesis titulada
"Observaciones a la ley electoral vigente" que viene a demostrar la vocación
cívica de este hombre que tres años después vendría a ofrendarse en las
aguas Iquiqueñas.
La Universidad Arturo Prat, inserta en el corazón del norte grande, mira más
allá de sus fronteras y trata de insertarse, activa y críticamente, al mundo
que cada día se abre más y más. No en vano, la idea de que vivimos en una
aldea global, nos impone el desafío de pensar globalmente, pero de actuar
localmente. Y en este accionar, la mirada al pasado, reverente e
inspiradora, nos debe señalar el rumbo en este nuevo siglo que ya comenzó,
cargado de promesas, pero también de temores.
Arturo Prat, quien pasó a la inmortalidad en tierras y aguas de nuestro
querido Iquique, comprendió que la vida no vale nada, sino no es para luchar
por el otro, llámese amigo o simplemente Patria.
En esta ocasión en que recordamos a Arturo Prat, la Universidad que se honra
en llevar su nombre, se compromete con el ejemplo del héroe y del abogado, a
proyectarse en el futuro, no olvidando al hombre, al padre de familia, al
esposo.
El legado de Prat en esas vertientes, nos debe iluminar en el camino de la
ciencia, de la ética y sobre todo del compromiso. Entender que la vida, vale
la pena vivirla, y que ofrendarla por ideales, hacen al hombre o a la mujer,
más humanos, y en consecuencia más cercanos a nosotros.
Es pues esta ocasión, la más propicia, para recordar y reactualizar la
conducta de Prat. Frente a este mar que nos cobija, en cada ola que
revienta, las enseñanzas de Prat se nos vuelven cada día más contemporáneas.
Y esta Universidad que se enorgullece de llevar su nombre, se compromete
cada día a hacer realidad el sueño de Prat.
Pero Prat no sólo fue un intelectual. Prat no sólo fue el héroe que todos
admiramos. Prat fue también un hombre, con todo lo que ello implica: con
temores y contradicciones, con sueños y utopías.
Prat fue también, padre de familia y como tal supo del cariño fraterno e
incondicional por sus vástagos, sus hijos: Carmela que falleció a los
cuatro años, Blanca Estela y Arturo. Y también esposo. En esa calidad supo
de la lealtad y de la fidelidad que siempre le dispensó a su esposa, Carmela
Carvajal Briones
El legado de Prat en esas vertientes, nos debe iluminar en el camino de la
ciencia, de la ética y sobre todo del compromiso. Entender que la vida, vale
la pena vivirla, y que ofrendarla por ideales, hacen al hombre o a la mujer,
más humanos, y en consecuencia más cercanos a nosotros.
Es pues esta ocasión, la más propicia, para recordar y re actualizar la
conducta de Prat. Frente a este mar que nos cobija, en cada ola que
revienta, las enseñanzas de Prat se nos vuelven cada día más contemporáneas.
Y esta Universidad que se enorgullece de llevar su nombre, se compromete
cada día a hacer realidad el sueño de Prat.
En cada acción que ejerzan, en cada acto en la que tengan que decidir, en
cada uno de sus compromisos la figura de Prat, los vigilará, los iluminará
en aras del logro de la justicia y de la equidad.
En esta página queremos ofrecer un homenaje distinto. Para tal efecto, hemos
recolectado poemas inspirados en esta gesta. Poetas como Manuel Gandarillas,
Pedro Marambio, Alberto Carrizo, Vicente Huidobro nos ofrece retratos de ese 21 de Mayo.
Información el país