miércoles, 13 de julio de 2011

Batalla de la Concepción



Los chicos  muy atentos a lo que sus profesoras les contaban lo que significa los días 9 y 10 de julio de 1882 se desarrollo el Combate de la Concepción, considerado por el pueblo chileno como uno de los hechos más dramáticos de la Guerra del Pacífico. El regimiento Chacabuco, compuesto por 77 jóvenes, resistió durante dos días el ataque de dos mil soldados peruanos, que tuvo como resultado la muerte de todo el contingente chileno. La valentía demostrada por ellos y que mantuvo heroicamente alzada nuestra bandera, hizo que el 9 de julio fuera establecido como el día oficial de nuestro emblema patrio.






La valentía demostrada por ese grupo de chilenos, que mantuvo heroicamente alzada nuestra bandera en el combate de la Concepción, hizo que el 9 de julio fuera establecido como el día oficial de nuestro emblema patrio.
 Este emblema, que vio caer a sus 77 jóvenes defensores, flameó hasta el final del Combate de La Concepción y quedó como testigo del valor de esos soldados.
La Bandera no sólo sobrevivió al Combate, sino que permaneció izada incluso hasta la retirada de los peruanos, quienes apresuraron su retirada cuando se percataron de la llegada de los refuerzos. El emblema fue guardado por el Coronel Estanislao del Canto. Desde 1982, la Bandera chilena permanece custodiada y en exhibición en la Escuela Militar. La bandera mide apenas 55 por 38 centímetros y está hecha de tres géneros de distinta factura, cada uno de color, los que están cosidos a puntadas minuciosas. Tiene una estrella blanca trazada sin mucha simetría, con mostacillas brillantes en cada una de sus puntas.
 
 
El Coronel Estanislao del Canto la entregó a su amigo Manuel José Correa para que la hiciera llegar a la Municipalidad de Curicó, la primera ciudad que rindió homenajes públicos a los héroes. Sin embargo, fue el Capitán retirado Nicanor Molinares quien se quedó con su custodia, permaneciendo en el seno de sus descendientes hasta 1982, cuando, por una feliz coincidencia, conversaron un día el General Claudio López Silva con Ruperto Vargas. Este último le contó que su familia guardaba la bandera chilena que había flameado durante el combate. En julio de 1982, la Escuela Militar se constituyó en depositaria del glorioso emblema.
La Batalla de la Concepción tuvo lugar durante la última etapa de la Guerra del Pacífico, durante la cual Chile se encontraba en territorio peruano. Esta ocupación se prolongó por más de tres años y medio y quedó bajo el mando del contralmirante Patricio Lynch., quien se dedicó especialmente a asegurar el dominio militar sobre las costas del norte del Perú. Su política de imponer contribuciones forzosas de guerra provocó un fuerte rechazo entre los habitantes del vecino país.



Esta acción bélica ocurrió el 9 de Julio de 1882, en el caserío serrano de La Concepción, junto al río Jauja, donde se encontraba la pequeña guarnición chilena , cuatro oficiales y setenta y tres soldados . Allí fue atacada por una división completa del ejército de Cáceres
 

El coronel peruano Cáceres, entre otros, había organizado un verdadero ejército, con base en Ayacucho, que llegó a contar con 3.000 hombres que tenía a su favor el hecho de conocer los difíciles terrenos y el apoyo de las comunidades indígenas
 

El constante hostigamiento a que se vieron sometidas las pequeñas y dispersas guarniciones chilenas obligó  al ejército peruano a emprender repetidas campañas de sometimiento. Entre éstas, se halla la Batalla de Concepción.




Durante la Batalla de La Concepción los 77 soldados chilenos se enfrentaron a una fuerza de varios miles de indios y guerrilleros al mando del coronel peruano Juan Gastó. La batalla duró dos días. Los soldados chilenos resistieron lo más posible, pero todos murieron peleando, incluso el jefe, teniente Ignacio Carrera Pinto pariente cercano de Aníbal Pinto y nieto de José Miguel Carrera  Con el grito: “Los chilenos no se rinden”, cayó el último, el subteniente Luis Cruz Martínez. Tenía dieciocho años. También perdieron la vida los jóvenes oficiales Julio Montt Salamanca y Arturo Pérez Canto.